Ya hemos comentado que hay algunos rasgos, cualidades o competencias que son propias del emprendedor. Entre otras están la proactividad, iniciativa, confianza en uno mismo, responsabilidad, creatividad, innovación... y la resiliencia. Pero, ¿qué es eso de la resiliencia?
Comentamos este término en clase a principio de curso. Se trata de una palabra que se utiliza mucho en psicología, últimamente se ha puesto de moda y cuyo significado debemos conocer, no solo por ser un rasgo propio del emprendedor, sino por la importancia que puede tener para nuestra vida profesional y personal.
La resiliencia es la "capacidad humana para asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas". Es la capacidad que tiene una persona de recuperarse de situaciones difíciles y además conseguir salir fortalecidos, desarrollando recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta ese momento.
Diversos estudios afirman que la resiliencia está muy vinculada a la autoestima: un niño con buena autoestima tendrá más posibilidades de convertirse en un adulto resiliente.
Recientemente encontré esta bonita enseñanza sobre el Kintsugi, el arte de la resiliencia en Japón. Cuando se rompe un objeto, los japoneses lo reparan acentuando sus defectos y convirtiéndolos en la parte más fuerte de la pieza. En lugar de ocultar las imperfecciones las realzan, ya que estas muestran la fortaleza y capacidad de recuperación.
El Kintsugi nos deja un gran aprendizaje: la idea de no querer esconder los errores o fracasos, sino mostrarlos para recordar el esfuerzo, la lucha y el sacrificio que nos ha costado superarlos. Nuestras equivocaciones son grandes enseñanzas.
Existen numerosos ejemplos de personas resilientes, personas que han conseguido superar graves problemas o adversidades saliendo fortalecidos de ellos. Uno de esos ejemplos es María Belón, la española que junto a su familia sobrevivió al tsunami que azotó el sudeste asiático en 2004. Años después su historia inspiraría la película "Lo imposible". En este enlace podéis encontrar más información sobre ella:
En emprendimiento hablamos mucho de la importancia de sobreponerse a los fracasos. El emprendedor debe aprender a levantarse una y otra vez.
A menudo tenemos miedo a equivocarnos, a fallar, a cometer errores. Olvidamos que el error forma parte del aprendizaje, que cada fallo nos hace crecer, madurar y nos prepara para el éxito.
"El éxito es caer siete veces y levantarse ocho"
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